jueves, 26 de septiembre de 2013

Dagon. H.P. Lovecraft



Dagon es un relato de Howard Phillips Lovecraft (1890-1937). Escrito en julio de 1917, es una de las primeras historias que escribió como adulto. Fue publicado por primera vez en noviembre de 1919 en The Vagrant. Posteriormente su publicó en en las páginas de la revista Weird Tales en el número de octubre de 1923.

Un narrador innominado cuenta la terrible vivencia que le ha abocado a la morfina en un vano intento de olvidarla y a la decisión irrevocable de suicidarse.
El barco en el que era sobrecargo es abordado por un buque alemán en el Pacífico, al comienzo de la Gran Guerra. Los tripulantes pasan a ser prisioneros de guerra. Y aunque el trato recibido es bueno, escapa en un bote con agua y comida. Durante días va a la deriva, sin avistar barcos ni tierra. Cuando he aquí que al despertar una mañana, se encuentra tirado en una cenagosa extensión de fango negro, cerca del bote embarrancado. Está en medio de un pudridero de cadáveres de peces descompuestos y bichos indescriptibles al que no se le ve fin en el horizonte. Acaso el lecho marino ha aflorado debido a algún cataclismo, piensa. El sol va resecando el apestoso suelo.
Al día siguiente, con un hatillo, marcha en busca del mar desaparecido y de un posible rescate. Avanza durante días guiándose por un montículo descollante en aquel desierto putrefacto. Llegado al montículo, que resulta ser una elevada montaña, asciende hasta su cima. Al otro lado se abre un barranco insondable. La luz de la luna le hace ver que no es escarpado, por lo que empieza a descenderlo. Llega a la suave ladera de abajo. Allí, un objeto grande y singular llama su atención. La luz de la luna en su cenit le hace ver que se trata de una gigantesca roca, es más, de un monolito perfectamente tallado.
Aturdido y espantado, lo examina cual haría un arqueólogo ante semejante descubrimiento. En su superficie halla inscripciones y relieves, siendo las primeras una escritura jeroglífica compuesta por símbolos que representan a diversos animales marinos, algunos desconocidos. Pero son los relieves pictóricos los que más llaman su atención. Representan a seres de un mundo submarino, aparentemente humanos.
Sus proporciones parecen desmedidas, pues apenas son menores que una ballena. Dioses de alguna tribu de pescadores primitivos, anteriores al hombre de Piltdown o al del Neanderthal, piensa estremecido. De pronto, escucha un chapoteo. De las aguas de un canal de agua que pasa al lado del monolito, surge un inmenso y espantoso monstruo de pesadilla, cuyos brazos escamosos rodean la gran roca al tiempo que prorrumpe en sonidos pausados.
Con frenética rapidez, huye hasta llegar al bote embarrancado, donde se refugia en estado de shock. Una tormenta se desata, dejándose oír truenos ensordecedores.
Rescatado por un barco norteamericano, despierta en un hospital de San Francisco. Su historia no encuentra eco entre sus rescatadores, así que desiste de contarla. Tiempo después se interesa por la vieja leyenda filistea de Dagón, el dios-pez, pero la encuentra demasiado convencional.
Las visiones pesadillescas del monstruo le atormentan insufriblemente durante las noches. Teme que cientos como aquél acaben saliendo de los fondos abisales para destruir a una humanidad debilitada por la guerra. Suicidarse arrojándose por la ventana de la buhardilla que habita, es la única solución que encuentra a su tormento. Pero las cosas no van a acabar así...

Dagon es un relato que no se incluye con frecuencia dentro del ciclo de los Mitos de Cthulhu, pero es el primero que presenta un elemento de los Mitos: la deidad marina Dagon. Lin Carter, que pensaba que Dagon era una historia excelente, señalaba que prefiguraba temas que luego Lovecraft haría surgir en las historias de los Mitos. La convulsión volcánica que expone temporalmente horrores largo tiempo escondidos bajos las aguas reaparece en La llamada de Cthulhu (The Call of Cthulhu, 1926). Otros paralelos entre las dos historias incluyen una horrible narración contada por un marinero rescatado del mar; un monstruo gigantesco que vive en el fondo del mar (comparado a Polifemo en los dos relatos); una visión apocalíptica de la destrucción de la humanidad a manos de antiguas inteligencias no humanas; y un narrador que teme que está condenado a morir por los conocimientos que ha adquirido. Algunos autores piensan que el segundo relato es una reelaboración manifiesta de Dagon.

martes, 24 de septiembre de 2013

El Santo contra el Tigre (Meet the Tiger). Leslie Charteris


El Santo contra el Tigre (Meet the Tiger) es la primera novela dedicada al personaje del Santo escrita por Leslie Charteris y publicada en Inglaterra en 1928. Fue la primera novela de una larga serie que relataba las aventuras de Simon Templar, alias "El Santo". En España la publicó Editorial Juventud en 1933 en la Colección Popular Fama en traducción de Th Scheppelmann y en 1948 la reeditó en su colección Novela de crimen. Editorial Bruguera volvió a publicarla en 1965 como el número 2 de su colección Caballo negro aprovechando el éxito de la serie de televisión. Se utilizó la misma traducción de 1933.

Templar es presentado como un joven aventurero de 27 años de edad, independiente y adinerado, acompañado siempre por su criado Orace. Templar y Orace residen en un fortín que Simon ha comprado al Ministerio de Defensa en una pequeña ciudad costera del norte de Devon llamada Baycombe. Sus intenciones son frustrar el plan de un misterioso personaje conocido sólo como "El Tigre" para pasar de contrabando oro robado. El motivo de Templar es ajustar una vieja cuenta con el Tigre, con el que mantuvo relaciones de negocios anteriormente aunque nunca conoció realmente al villano. El Santo piensa además devolver el oro a su legítimo propietario y cobrar la recompensa.

La novela (en términos de novela de detección) no es un "whodunit" sino un "whoisit", ya que la identidad del Tigre no nos es revelada y Templar (y el lector) tienen que averiguar qué habitante de Baycombe es el villano. Durante esta aventura, Templar conoce a una joven de la alta sociedad llamada Patricia Holm y se enamora de ella, incluso más cuando Patricia empieza a desplegar cualidades parecidas a las del Santo, incluido el gusto por la aventura y el peligro. Holm se convierte en la protagonista de un tercio de la novela mientras ella cree que Templar ha muerto y decide continuar con su plan para atrapar al Tigre. Patricia será un personaje recurrente en muchas de las historias del Santo publicadas en las próximas dos décadas, aunque nunca volverá a tener tanto protagonismo como en ésta.


Otro personaje del libro es el detective Carn, un oficial de policía que se hace pasar por profesor y que también persigue al Tigre y sus esbirros (llamados los Cachorros del Tigre). Carn y Templar establecen una incómoda alianza y el policía parece ser un esbozo para el personaje posterior del inspector Claude Eustace Teal, que será un aliado/adversario de Templar en posteriores aventuras del Santo.

La novela fue un éxito comercial cuando se publicó y en 1930 Charteris decidió convertir las aventuras de Simon Templar en una serie, escribiendo tres novelas cortas que presentaban al personaje publicadas inicialmente en revistas y luego en 1930 en forma de libro titulado Enter the Saint; a éste siguió en el mismo año una novela larga titulada The Last Hero. Charteris escribió en total más de 100 aventuras del Santo en las tres décadas siguientes, incluyendo novelas, cuentos y novelas cortas. Su personaje protagonizó varias series radiofónicas en los años 40 y 50, una serie de películas en los años 30-50 y una famosa serie de televisión en los años 60 protagonizada por Roger Moore.

martes, 17 de septiembre de 2013

Las alas de la muerte (The Wings of Death). George L. Eaton


Novela de George L. Eaton (Malcolm Wheeler-Nicholson, 1890-1965) publicada en marzo de 1934 y en la que volvemos a encontrar a Bill Barnes, el as de la aviación, y su equipo de inseparables amigos (Red Gleason, Scotty McCloskey, Beverly Bates, Cy Hawkins y Sandbag Sanders) metidos en una nueva aventura. En España se publicó en 1936 siendo el número 2 de la serie de Bill Barnes dentro de la colección Hombres audaces de Editorial Molino.

Cada vez son más frecuentes las noticias de explosiones provocadas por cóndores gigantes en capitales de repúblicas sudamericanas, especialmente en la zona de los Andes. La que recibe la mayor cantidad de atentados es Valverde, la capital de la república de Rolivia. El financiero Morgan Catesby, antiguo enemigo de Bill Barnes, desea contratar sus servicios para acabar con esta amenaza, ya que tiene muchos intereses financieros en Rolivia. Barnes se niega en redondo a atender su petición.
En realidad, Catesby y sus asociados son los que han favorecido el golpe de estado que ha derrocado al antiguo presidente de Rolivia, Felipe de la Fuente, y han colocado un gobierno títere al frente del cual está Esteban Morales y el siniestro ministro de la guerra Toribio Fierro. De todas formas, los ataques de los cóndores están atemorizando cada vez más a estos gobernantes.

Al aeródromo de Bill Barnes en Coney Island llega en avión el hijo de don Felipe de la Fuente para pedir la ayuda de Bill Barnes, pero es asesinado misteriosamente. En Rolivia, el ministro Fierro hace detener al señor de la Fuente con el objeto de hacerle fusilar. Poco después, llega Eugenia de la Fuente, la hija de don Felipe disfrazada de piloto, para pedir a Barnes que impida que su padre sea fusilado. Barnes accede a ayudarles y pone en marcha a todo su equipo. Se organiza una expedición a Rolivia con aviones de caza y trimotores de carga.
Mientras tanto, Catesby ha contratado los servicios de Mico Morton y su banda, los aviadores que son enemigos mortales de Barnes y los suyos. La banda de Morton se dirige a Rolivia no sin antes intentar sabotear el aeródromo de Bill Barnes, intento que es impedido por la policía y los hombres de Barnes.
El día de la ejecución de Felipe de la Fuente un misterioso cóndor ataca el edificio de la cárcel, mientras que grandes concentraciones de indios se dirigen a  la ciudad de Valverde siendo rechazados por el ejército y los aviones de Mico Morton, que ahora forman parte de la aviación roliviana.
Se ha extendido entre la población india el rumor de que está cercano el regreso de los antiguos gobernantes incas y que los cóndores gigantes son enviados por éstos desde el misterioso valle de las Alas de la Muerte para acabar con el gobierno. Mientras tanto, el ministro Fierro hace detener a Eugenia y la hace llevar a su palacio para someterla a sus deseos.

Bill Barnes llega a tiempo de salvar del fusilamiento a don Felipe y ponerle a salvo. Éste le cuenta que los descendientes de Huáscar, uno de los últimos gobernantes incas, han seguido existiendo en la sombra y preparando su retorno al poder desde hace siglos. Son ellos los que soliviantan a los indios para ponerlos de su parte. A su vez, otra rama de descendientes de Huáscar ha guardado el secreto del lugar donde se halla el tesoro de los incas y han ocultado este secreto a todos, incluso a sus malvados parientes que sólo desean el poder. Don Felipe es el último descendiente de esta rama.
Mientras tanto, en el palacio de la presidencia se presenta el siniestro Pacari Manco, descendiente de Huáscar y pretendiente al trono de los antiguos incas. Revela a Morales, Fierro y a Barry Crushing, representante de Catesby en Bolivia, que su intención es tomar el poder, pero que su enemigo más terrible en esos momentos es Bill Barnes. Además hay que apoderarse del  último descendiente de Huáscar, don Felipe, que conoce el lugar donde se oculta el tesoro de los incas. Todos hacen un pacto de ayuda mutua.
Bill Barnes consigue entrar en el palacio de Fierrro y rescatar a Eugenia en el momento en que Pacari Manco se disponía a asesinarla y se enfrenta a él en un duelo a espada. Manco consigue escapar y Barnes lleva a Eugenia al valle donde está todo su equipo acampado. Al llegar se encuentran con que el ejército roliviano ha atacado el campamento. Barnes y los suyos consiguen neutralizar el ataque.

Sin embargo, el equipo de Barnes es atrapado a traición juntamente con don Felipe y Eugenia. Pacari Manco amenaza a don Felipe con matar a su hija si no revela el secreto del tesoro. Éste accede y se organiza una expedición de dos aviones en los que van Cy Hawkins y don Felipe en el primero y Pacari y Eugenia en el segundo. Su viaje los llevará al misterioso valle de las Alas de la Muerte, donde los descendientes de los incas han desarrollado una extraña tecnología en las cuevas de las montañas. Bill Barnes, que ha conseguido huir en su avión, les sigue a distancia pero esta vez le espera su aventura más peligrosa. Los intrépidos aviadores tendrán que desafiar el poder de Pacari Manco y los sacerdotes incas y resolver el enigma del tesoro secreto de Atahualpa.

Magnífica novela de aventuras a la que sólo perjudica un final algo apresurado y que nos demuestra lo que es el pulp en estado puro y sin coartadas de ningún tipo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

La tierra del terror (The Land of Terror). Kenneth Robeson


En abril de 1933 apareció la segunda aventura de Doc Savage en el Doc Savage Magazine editado por Street & Smith en Estados Unidos. En España fue publicada en 1936 por Editorial Molino en su colección Hombres audaces siendo el número 2 de la serie de Doc Savage.

El estilo de Kenneth Robeson (seudónimo de Lester Dent, 1904-1959) es mucho más florido y exagerado, melodramático en el mejor sentido, que en la primera. Doc y sus cinco amigos se ocupan del primero de los muchos cerebros criminales que van a ser sus oponentes, el diabólico Kar. Éste posee una sustancia llamada el Humo de la Eternidad, un compuesto químico que provoca que la materia se desintegre en una impresionante nube de humo gris y chispas eléctricas. Usando esta arma Kar comete asesinatos y disuelve las cámaras acorazadas de los bancos. Kar y su banda empiezan un reinado de terror que nuestros héroes tendrán que combatir.

En el último tercio del libro Doc persigue a Kar hasta un remoto lugar cercano a Nueva Zelanda donde se halla el yacimiento del Humo de la  Eternidad. Es la isla del Trueno, una especie de mundo perdido escondido por la niebla, habitado por animales prehistóricos, incluso dinosaurios. Hay la suficiente acción y aventura en este libro para satisfacer a cualquier aficionado al pulp.

Aparecen todos los amigos de Doc. Renny incluso tiene un capítulo para él solo, en el cual cabalga un triceratops. Por una vez, Monk y Ham son realmente divertidos. Ham salva las vidas de todos cuando descubre una trampa mortal. Desafortunadamente no vemos mucho de la reacción de Johnny al encontrarse en una isla llena de pterodáctilos y estegosauros e incluso plantas extinguidas. El ritmo de la historia no permite muchas reflexiones.

Aunque se describe invariablemente a Doc Savage como el colmo de habilidad humana, a veces parece superar sus propios límites. Por otra parte, el aspecto de La tierra del terror que más sorprende a los fans de Doc Savage es que nuestro héroe se convierte en una máquina de matar sedienta de sangre. Doc y su equipo utilizan armamento real para sus ametralladoras y no apuntan para herir solamente. En historias posteriores utilizarán bolas de gas del sueño, balas de fogueo o dardos anestésicos.

Doc tiene buenas razones para desbocarse de esta manera. Sólo unas semanas antes su padre, Clark Savage Sr., había sido asesinado. Mientras aún  está asumiendo esta pérdida, su gran amigo Jerome Coffern es asesinado por el Humo de la Eternidad casi a la vista del hombre de bronce, dejando sólo una mano y un brazo para identificarle. Coffern formó parte del equipo de científicos que educó a Doc desde la infancia, pero el viejo químico era más que un instructor. Parece obvio que Jerome Coffern era una especie de figura paterna para Doc. Su muerte, poco después de la de su padre, empuja a Doc al borde del abismo.

Después de esta aventura épica, el hombre de bronce terminará con la violencia. Pronto empezará a introducir técnicas no letales para reducir a los enemigos e insistirá para que sus amigos las utilicen también. No sabemos si fue una decisión del editor o del propio Lester Dent, pero fue un cambio radical. Después de todo Doc es un médico, pronunció el juramento hipocrático y si continuase actuando como un "guardián" que no duda en matar, no podría entrar en un quirófano sin sentirse un completo hipócrita. Se menciona aquí por primera vez al Colegio del Crimen, que usa la psiquiatría más que la cirugía para reformar a los criminales. Eso convertirá al hombre de bronce en el noble modelo que sus fans admiran. Hay un montón de héroes que recurren a la violencia en los pulps, pero sólo un Doc Savage.

Un elemento presente en toda la serie es que Doc inmediatamente determina quién es el cerebro criminal o sus cómplices, fingirá ignorancia y permitirá al villano moverse libremente aunque manteniéndolo vigilado y minimizando el daño que pueda hacer. Doc aprenderá esto por las malas porque en La tierra del terror está completamente enloquecido por Kar y engañado por este genio del mal hasta casi el final de la historia. Sintiéndose traicionado y manipulado por el hombre en el que confiaba, Doc a partir de aquí sospechará de todos los personajes a los que conozca en sus aventuras y los tratará como sospechosos.

La mayor parte del libro consiste en la descripción minuciosa de la persecución de Kar y su banda por parte de Doc y su equipo a través de Manhattan. Terminará en una atracción de feria, un viejo barco pirata. En la última parte del libro, el viaje a la Isla del Trueno, es donde las cosas se vuelven realmente feas. Un cono volcánico oculto por nubes perpétuas que es una de esas tierras olvidadas por el tiempo donde la evolución se ha detenido y los dinosaurios son tal como eran hace 60 millones de años.

La situación se convierte en una pesadilla. Doc y su equipo no han llevado granadas o bombas de gas o armas pesadas, sólo sus ametralladoras y munición limitada, así que los dinosaurios son una verdadera amenaza. Lester Dent los describe como criaturas terribles y demoníacas. Incluso los no depredadores son peligrosos.

Sorprendre un tanto que Doc al final use lo que queda del Humo de la Eternidad para romper el borde volcánico y destruir todo ese mundo prehistórico bajo una avalancha de barro hirviente. Posiblemente Doc subestima la extensión de los daños que la explosión provocará y piensa en la necesidad de exterminar a Kar a toda costa. Si esta historia se hubiese escrito más adelante, Doc trataría de preservar la Isla del Trueno y mantener su existencia en secreto para una investigación científica posterior. De todas maneras siempre nos quedará el mundo perdido descrito por Arthur Conan Doyle o el Pellucidar de Edgar Rice Burroughs.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

La sombra viviente (The Living Shadow). Maxwell Grant


La sombra viviente (The Living Shadow) se publicó originalmente en el número de abril/junio de 1931 de The Shadow Magazine. Maxwell Grant es el seudónimo de Walter B. Gibson (1897-1985), escritor y mago profesional. En España se publicó en la colección Hombres audaces de Editorial Molino en 1936 siendo el primer número de la serie de La Sombra.

De la oscuridad surge un ser nocturno que le da a Harry Vincent otra oportunidad; una oportunidad para vivir su vida con gozo, peligro y emociones, una oportunidad para arriesgarse por una causa honorable al servicio de un misterioso personaje conocido sólo como La Sombra.

Al ser el primero de la serie, es un relato importante para todos los fans de La Sombra. Presenta el escenario de todas las historias futuras en el transcurso de 18 años. Aunque es un buen relato, tiene sus fallos. Divaga un poco y deja algunos cabos sueltos al final de la historia. Pero no importa al tratarse de una estupenda introducción al personaje y a la serie. Por otra parte, es la historia de La Sombra más reimpresa después.

Los lectores se meten en la acción desde el principio. Harry Vincent se encuentra en un puente, preparado para saltar. La escena es tan evocadora que se utilizó para el comienzo de la película realizada en 1994. Harry está a punto de suicidarse. No tiene trabajo ni dinero ni novia ni amigos. Es salvado por un misterioso personaje al que empieza a llamar La Sombra, que le pone a trabajar como su agente. Su primera misión es vigilar a R.J. Scanlon, un vendedor de zapatos de San Francisco. En realidad Scanlon transporta joyas robadas de Manhattan a San Francisco para un cerebro criminal chino, Wang Foo. Lleva consigo un extraño disco de metal con caracteres chinos, que es el signo de Hoang-Ho. Le servirá para identificarse ante Wang Foo, ya que el correo nunca es la misma persona. Harry no sabe nada del disco chino aún.

Scanlon es asesinado por Steve Cronin, que busca el extraño disco de metal para identificarse como el correo y escapar con la caja de las joyas. Desafortunadamente Cronin no encuentra el disco. Más tarde, Vincent lo encuentra. La Sombra envía a Vincent como mensajero a Chinatown. Harry es descubierto cuando se le pide una llave especial además del disco. Es capturado y torturado. Sólo La Sombra puede ayudarle a escapar de la tortura china.

La Sombra es un maestro del arte del disfraz. Al ayudar a Harry a escapar de las garras de Wang Foo, le vemos disfrazado por primera vez. Aparece como un chino bajo y rechoncho, lo que es sorprendente ya que La Sombra es alto y delgado. También es un increíble experto en idiomas. Aquí habla chino perfectamente.

Tres días más tarde, después de que el pobre Harry se haya repuesto de su mortal experiencia en Chinatown, es enviado a Long Island donde un viejo millonario llamado Geoffrey Laidlow ha sido asesinado a causa de sus joyas ocultas. La mayor parte de la segunda mitad de la historia gira alrededor de la búsqueda del asesino de Laidlow, que a su vez aún busca las joyas. En ello anda metido el abogado corrupto Ezequiel Bingham y su banda. Al final todo encaja porque, al ser encontradas, las joyas irán a parar a Wang Foo. La Sombra vuelve a Chinatown con otro disfraz para desenmascarar a Wang Foo, cuya identidad guarda más de una sorpresa.

Los lectores se darán cuenta de que hay algunas observaciones racistas en la historia. Muchas escenas tienen lugar en Chinatown y algunas de las descripciones de sus habitantes no son halagüeñas. Debemos tener en cuenta que estamos en 1931 y que el relato es un producto de su tiempo. 

De todas formas es un interesante relato que mantendrá al lector pegado en su asiento. Presenta el tono del resto de la serie. Conocemos por primera vez a Harry Vincent y a La Sombra. El detective Joe Cardona está presente, así como Fritz el conserje. Harry conoce al agente de seguros Claude Fellows, el único agente de La Sombra mencionado en la historia. Visitamos la guarida secreta de La Sombra, vemos su anillo en forma de girasol y oímos su misteriosa risa, todo por primera vez.

lunes, 2 de septiembre de 2013

La horda amarilla. George H. White


Novela de George H. White (Pascual Enguídanos Usach) que constituye el número 6 de la colección Luchadores del espacio de Editorial Valenciana. Fue publicada en 1954 y reeditada en 1974. Cubierta de José Luis.

En esta novela se relata el retorno de Miguel Ángel Aznar y sus compañeros a la Tierra, a bordo del autoplaneta Rayo, aprovechando un nuevo tránsito del planeta errante Ragol por las proximidades del Sistema Solar. Han pasado seis siglos y medio en nuestro planeta mientras para los protagonistas tan sólo han transcurrido cinco años. Los aventureros terrestres están acompañados por un reducido número de saissais, se supone que supervivientes de la feroz persecución de los robots rebeldes de Ragol.

Tal como se encarga de relatarles Ina Peattie, la coronel de las Fuerzas Aéreas norteamericanas que les sale al encuentro, en los seiscientos cincuenta años transcurridos desde su partida han ocurrido muchas cosas en nuestro planeta. Muy acorde con la época en la que la novela fue escrita, recién acabada la guerra de Corea y con la guerra fría en su apogeo, Enguídanos describe un conflicto entre comunismo y democracia, reforzado por una pugna entre oriente y occidente, que se ha saldado ya con cinco grandes guerras atómicas, e infinidad de conflictos menores, sin que existan por el momento ni vencedores ni vencidos, aunque se atisba en el horizonte la inminencia de un nuevo conflicto armado que amenaza con ser todavía más demoledor que los anteriores.

En esos momentos la división política de la Tierra consiste, básicamente, en cuatro superpotencias: Norteamérica, que engloba también al Canadá; la Federación Ibérica, aliada de la anterior, formada por las antiguas repúblicas centro y sudamericanas, junto con España y Portugal; su enemigo acérrimo, el Imperio Asiático, una sombría dictadura que hace mucho tiempo sometió bajo su férula no sólo a la totalidad de este continente, sino también a toda Europa, a excepción de la península ibérica, y a Australia; y, por último, la Unión Africana, encerrada dentro de sus fronteras y ajena, al menos aparentemente, a los conflictos existentes entre los anteriores estados.

Enguídanos describe aquí por vez primera la optimista utopía social comunista (calificada por el autor de cristiana) que constituye uno de los rasgos de identidad más originales de La Saga de los Aznar. Habitando en idílicas ciudades subterráneas susceptibles de ser utilizadas como refugios antiatómicos en caso de una nueva guerra nuclear, los ciudadanos de las dos potencias occidentales viven una existencia feliz como jamás ha existido en toda la historia de la humanidad. Claro está que la amenaza del inminente conflicto se cierne ominosamente sobre sus despreocupadas vidas.

Y la guerra estalla a poco de la llegada del Rayo a la Tierra, a iniciativa de un enemigo asiático calificado por el autor, muy en el espíritu de la época, como la Horda amarilla. Rotas las hostilidades entre el imperio asiático y los dos aliados occidentales, los norteamericanos piden ayuda a los protagonistas dado que éstos cuentan aparte del propio Rayo, una inexpugnable fortaleza volante, con una pequeña flota de destructores y zapatillas volantes que, gracias a su superior armamento y a su blindaje de dedona (el mágico metal que constituye la espina dorsal de la tecnología de La Saga), son capaces de decantar la balanza del lado occidental.

Como cabe suponer éstos aceptan, teniendo una participación decisiva en una apocalíptica batalla aérea librada sobre el propio territorio norteamericano. Finalmente los aliados logran alzarse con una victoria pírrica, puesto que las fuerzas aéreas norteamericanas sufren un serio descalabro en el enfrentamiento con la nutrida flota asiática antes de desbaratarla poniendo en fuga a los escasos aviones supervivientes. Ante la certeza de que la destrucción de la ingente maquinaria militar enemiga requeriría un tiempo y unos esfuerzos desmesurados, Miguel Ángel Aznar propone al alto mando un audaz plan: dado el talante autocrático de Tarjas-Kan, el déspota que gobierna con mano de hierro a sus súbditos sometiéndoles a un régimen de terror, resulta presumible suponer que, aniquilada la cabeza, el régimen se vendría abajo como un castillo de naipes. Así pues, bastaría con realizar una incursión con el Rayo, sus naves satélites y una cobertura aérea norteamericana, hasta la mismísima capital del tirano, Jakutsk, situada en el corazón de Siberia, destruyéndola con todos sus habitantes junto al siniestro emperador. Aunque las defensas de la capital asiática son formidables, considerándosela prácticamente inexpugnable al tratarse de recintos subterráneos, Miguel Ángel Aznar cuenta con una importante baza, los torpedos terrestres inventados por el profesor Stefansson, unas potentes bombas atómicas capaces de horadar hasta las más duras rocas abriéndose camino hasta su objetivo.

Para su sorpresa, sus aliados vacilan. Los militares norteamericanos rehúsan formar parte de la expedición alegando que no pueden permitirse el lujo de sacrificar un elevado número de aviones que necesitan para defender sus propias fronteras. Profundamente despechado, Miguel Ángel Aznar opta por realizar la misma propuesta al gobierno español, que en estos momentos se encuentra embarcado en la reconquista de la sojuzgada Europa. A este lado del Atlántico los ánimos son otros, y los expedicionarios del Rayo reciben toda la ayuda que solicitan.

Rápidamente se realizan los preparativos y, protegidos por una nutrida escuadra ibérica, el autoplaneta y sus naves auxiliares parten sigilosamente rumbo a su lejano destino. Tras verse obligados a librar una nueva batalla ya en territorio enemigo, los destructores de Miguel Ángel Aznar consiguen alcanzar su objetivo y, tras inutilizar las defensas de la capital asiática, disparan sus mortíferos torpedos terrestres. Minutos después la guarida de Tarjas-Kan vuela por los aires, conjurándose así la ominosa amenaza de la Horda Amarilla.

Sin más comentarios, una excelente novela que se lee de un tirón.