viernes, 31 de octubre de 2014

La amenaza de la kriptonita roja (Action Comics nº 283)


Número aparecido en diciembre de 1961 con guión de Robert Bernstein y dibujos de Curt Swan entintados por Stan Kaye.

Jan Dex y Zo-Gar, dos criminales hombres camaleones del siglo XXX, viajan hasta nuestro tiempo en una burbuja temporal y llegan a una oculta isla en la bahía de Metrópolis. Su intención es instalar un equipo para atraer kriptonita roja y verde del espacio. Su llegada no pasa desapercibida, ya que su burbuja es detectada por un radar militar. Sin embargo, evitan ser detectados disfrazándose de árbol y de roca.
Ya solos, los dos aliens construyen su aparato para atraer pedazos de kriptonita roja y verde a la Tierra. Una vez conseguidos, empiezan a preparar una trampa para Superman. Mientras Jan Dex recoge la kriptonita verde, Zo-Gar hace una estatua con kriptonita roja y la viste con el traje de Superman para atraer la atención de éste. Una vez que han preparado la trampa, los dos aliens dejan la isla con la kriptonita verde con la intención de engañar a Jimmy Olsen para que atraiga a Superman a la isla.

En el Daily Planet, Perry White, Clark Kent y Lois Lane esperan ansiosamente enterarse del lugar donde se producirá un encuentro entre el presidente Kennedy y el Premier soviético Khruschev, pero sin éxito. Hay una llamada de teléfono para Jimmy Olsen, en la que uno de los aliens (haciéndose pasar por un oficial de la marina) le dice que hay una información interesante en Rock Island. Jimmy les pide a Clark y Lois que le acompañen y salen para investigar el asunto. Para horror de Clark, lo que encuentran es la estatua hecha de kriptonita roja esperándoles. Sabiendo que el mineral le causará efectos, Clark desea una niebla espesa y sorprendentemente aparece enseguida. Usándola como excusa para alejar a Lois y Jimmy, Clark les dice que vayan a advertir a Superman acerca de la kriptonita roja mientras él destruye la estatua. Utilizando su super-aliento, Clark empuja a sus dos amigos por el mar hasta que desaparecen de su vista. Ahora puede convertirse en Superman.

Mientras Superman intenta deshacerse de la kriptonita roja, desea que Sherlock Holmes exista de verdad y le ayude a resolver el misterio de la estatura de kriptonita roja. Para su sorpresa, el legendario detective aparece de la nada. Superman se da cuenta de que la kriptonita roja le ha dado el poder de que su mente domine la materia. Superman desea que sus padres aparezcan y para su sorpresa aparecen Jor-El y Lara, sus padres reales, y Jonathan y Martha Kent, sus padres adoptivos. Una vez cumplidas las formalidades, Jor-El intenta hacer aparecer un antídoto para la kriptonita roja. Sin embargo, los efectos del mineral desaparecen antes de que Jor-El pueda terminar y todos se desmaterializan.

Volviendo a Metrópolis, Superman realiza varias hazañas, sin darse cuenta de que los hombres camaleones le están vigilando para ver si la kriptonita roja tiene efectos fatales sobre él. Así el mineral hace que de pronto Superman tenga el aliento de fuego cuando abre su boca. Sin embargo, Superman resuelve el problema utilizando su poder de super-ventriloquia.
Perry White llama a Clark Kent a su oficina para decirle que una llamada de teléfono le ha informado de que Kennedy y Khruschev  se van a encontrar en el bunker de Fort Dixon. Superman acude para protegerles.  Durante el camino, los efectos de la kriptonita le dan a Superman el poder de la telepatía.
Cuando llega, puede leer las mentes de Kennedy y Khruschev y darse cuenta de que realmente son los dos hombres camaleones que intentan atraer a Superman para que se exponga a la kriptonita verde. Con su plan descubierto, los dos aliens se rinden a Superman, que les envía de nuevo al siglo XXX para castigarles antes de que revelen su identidad secreta.

Completa el número una aventura de Supergirl titulada Los seis peligros de la kriptonita roja, en la que se ve expuesta a seis meteoritos de ese mineral, que hacen que se convierta sucesivamente en una mujer gorda que aparenta ser un globo de aire caliente, una chica loba que inspira una película de miedo a un guionista de cine y una chica microbio que lucha contra los gérmenes de la enfermedad del padre de Dick Foster en su corriente sanguínea y salva su vida. Más tarde, Supergirl se pregunta cuál serán los efectos de los tres meteoritos restantes. El guión es de Jerry Siegel y los dibujos de Jim Mooney.

jueves, 23 de octubre de 2014

La venganza del apache. Keith Luger


Novela de Keith Luger (Miguel Oliveros Tovar, La Coruña, 1924-Madrid, 1971) publicada en 1965 por Editorial Bruguera en su colección Búfalo con el número 612. Tenía 124 páginas. Fue reeditada en junio de 1974 en la colección Ases del Oeste con el número 786 y 126 páginas; fue reeditada nuevamente en noviembre de 1982 en la colección Héroes de la pradera con el número 670 y 93 páginas. Hemos leído la reedición que hizo Ediciones B en 2000 dentro de su colección Ases del Oeste con el número 412. Tiene 93 páginas y costaba 150 pesetas.

Estamos en la población de Clipper City y está a punto de celebrarse la muy anunciada boda de Duck Cully, el ayudante del marshal. Owen Cameron, el propio marshal, va a ser el padrino. Pero cuando la boda está a punto de empezar unos disparos interrumpen todo. Un indio apache llamado Pedro ha sido asesinado a la salida de un establo. Nadie parece saber nada, pero el marshal pronto averigua que los responsables de la muerte son tres forasteros recién llegados al pueblo: los hermanos Herman y Ralph Sutton y su amigo Danny Weldford. El marshal llega a la conclusión que de que el asesino ha sido Ralph y el motivo robar al apache unos dólares que éste había ganado vendiendo unas mantas al dueño del establo. En consecuencia, Owen encierra a Ralph Sutton en la cárcel a la espera de juicio. A partir de aquí se genera una guerra de tensiones y terror dentro del pueblo movida por Herman Sutton y su amigo Danny, ya que en el fondo los tres forasteros son unos asesinos psicópatas. Estos llegarán a amenazar y extorsionar al juez Nielson y al honrado comerciante Larry Preminger, que será el presidente del jurado, para que absuelvan a Ralph con el veredicto de que la muerte del apache fue en defensa propia. Al mismo tiempo intentarán tentar la integridad moral del marshal. Owen tendrá que luchar contra todo esto y además lograr que la tribu apache que vive en las cercanías de Clipper City no se ponga en pie de guerra para hacer justicia. Owen tiene una cierta amistad con el jefe apache Honorio, que confía en el marshal y en la justicia de los blancos, pero todo puede venirse abajo si el veredicto es el de inocencia.
Paralelamente a esta historia principal, Keith Luger desarrolla una intriga amorosa entre Mary Loder, una bella dentista ambulante y vendedora de elixires que lo curan todo, y el marshal Cameron. Las escenas de comedia las aportan también el ayudante Cully y su eterna novia Betty.

Ejemplar western del maestro Keith Luger, donde desarrolla hábilmente una historia antirracista y de defensa de los derechos humanos, entremezclando sabiamente los momentos de tensión y violencia con las escenas de comedia y románticas. También, como siempre, encontramos en la obra de Luger esa ambigüedad moral y esos diálogos duros y secos propios de la novela negra. Excelente lectura de un gran clásico de la novela popular.

Una reflexión personal: al leer esta novela, me doy cuenta de por qué a mi abuelo le gustaba tanto leer novelas del Oeste como ésta. Las iba a cambiar a la papelería regularmente por un precio ínfimo y era un lector infatigable de ellas en aquellos lejanos años 60. Le proporcionaban emoción y entretenimiento y eran una lectura que le daba muchas satisfacciones al presentarle un mundo lógico donde los buenos triunfaban y los malos eran castigados. En blanco y negro, ¿por qué hablar de gris o de relativismo? La realidad ya es otra cosa, por desgracia.

viernes, 17 de octubre de 2014

El sabueso (The Hound). H. P. Lovecraft


El sabueso (The Hound) es un relato corto escrito por H.P. Lovecraft en septiembre de 1922 y publicado en el número de febrero de 1924 de la revista Weird Tales. Contiene la primera mención que hace el autor del libro ficticio Necronomicon.

La historia se centra en el narrador y su amigo St. John, jóvenes decadentes y hastiados de todo, que sienten un interés desquiciado por robar tumbas. Constantemente profanan criptas y con frecuencia se llevan recuerdos de sus expediciones nocturnas. Ya que residen en la misma casa, tienen la oportunidad de montar en el sótano una especie de morboso museo con lo que han robado. Una colección de lápidas, cuerpos momificados, calaveras, estatuas, espantosas pinturas y un portafolios cerrado que contiene horribles imágenes.

Un día se enteran de la existencia de una tumba peculiar, que despierta un profundo interés en ellos. Se trata de una vieja tumba en un cementerio holandés, donde reposan los restos de un legendario ladrón de tumbas. De él se decía que había robado hacía muchos años de un sepulcro un objeto de mucho poder. Una noche se dirigen a ese viejo cementerio. El pensamiento de exhumar los restos de un antiguo ladrón de tumbas tiene un atractivo irresistible para ellos. Eso y el hecho de que el cuerpo había sido enterrado varios siglos antes les hace recorrer la larga distancia que existe para llegar al lugar. Al llegar al cementerio, oyen el distante aullido de un sabueso gigante. Lo ignoran y empiezan su excavación. Al rato dan con algo sólido en la tierra. Quitan los últimos restos de tierra y se encuentran con un ataúd extraño y muy elaborado. Después de abrirlo, se sorprenden al encontrar que los restos permanecen intactos después de varios siglos. Varios lugares del esqueleto aparecen desgarrados y rotos, como si un animal salvaje lo hubiese atacado. Sin embargo, el conjunto del esqueleto aún es completamente reconocible. En aquel momento se dan cuenta de un amuleto de jade que cuelga del cuello del antiguo profanador. Lo examinan y despúes de observarlo un rato identifican el amuleto como uno mencionado en "el prohibido Necronomicon del árabe loco Abdul Alhazred". Inmediatamente saben que deben apropiarse del amuleto como sea. Lo arrancan del esqueleto y huyen hacia su casa. Mientras tanto, vuelven a oir el sonido contínuo de un sabueso aullando en la distancia. Al volver a su casa, pueden oírse extraños sonidos, incluyendo el aullido lejano del perro. Luego el amigo del narrador es violentamente atacado y asesinado por una criatura desconocida. El narrador cree que el amuleto había atraído al atacante. Decide que debe devolver el amuleto a su dueño, pero se lo roban antes de que pueda hacerlo. A la mañana siguiente, lee en el periódico que una banda de ladrones ha sido destrozada por una criatura desconocida. Enloqueciendo progresivamente, el narrador vuelve al cementerio y vuelve a exhumar el atáud otra vez. El esqueleto del interior está cubierto de sangre y restos humanos. El amuleto vuelve a colgar del cuello del esqueleto. Súbitamente, éste empieza a aullar de la misma manera que el sabueso desconocido. El narrador huye del cementerio y entonces nos damos cuenta de que toda esta historia forma parte de una nota de suicidio. El narrador declara que piensa matarse con un revólver. Cree que es su único refugio del horror que se arrastra y crece dentro de sí mismo.