miércoles, 23 de marzo de 2016

Lobos humanos en el rancho. Donald Curtis


Novela de Donald Curtis (Juan Gallardo Muñoz, 1929-2013) publicada por Editorial Bruguera en junio de 1974 dentro de su colección Búfalo serie roja con el número 1078. Hemos leído la reedición publicada por Ediciones B en abril de 1991 en la colección Oeste legendario con el número 167. Tiene 96 páginas y costaba 110 pesetas.

Joel Quarry vuelve al rancho de su familia en Dakota del Sur después de haber estudiado en el Este y haber obtenido el título de abogado. Su intención es pasar unas cortas vacaciones y volver al Este después. El racho Cheyenne o Q Emplumada es el más extenso de la comarca y el más envidiado. Durante su viaje de regreso en tren, Joel es víctima de un atentado del que escapa a duras penas. Al llegar a Kadoka, la población más cercana al rancho, su hermano mayor Trevor y los vaqueros del rancho han acudido a recibirle. 
Mientras, en el rancho Cheyenne se prepara una gran fiesta en su honor dirigida por su padre, Duncan Quarry, y su prima Lea, casada con Gary Sutter. Súbitamente, los preparativos son interrumpidos por una banda de enmascarados que masacran a la gente del rancho, asesinando a Duncan, hombres, mujeres y niños. Lea queda gravemente herida. Al llegar los demás se encuentran con un panorma desolador.
Al interrogarse sobre quienes podrían haber sido los autores de la masacre, parece evidente que es la familia propietaria del otro rancho más importante: los Saughnessy, los propietarios del S Tumbada. Trevor se niega a admitirlo porque está enamorado de Melba Saughnessy.
Joel decide visitar el saloon que frecuentan los Saughnessy, el Missouri, e intentar averiguar algo. Allí recibe la animadversión de todos y tiene que enfrentarse con el peligroso pistolero Gun Gregory. Al llegar Lew Saughnessy, su hermana Melba y su prima Dafne, aunque siempre a la defensiva, afirman no tener nada que ver con la matanza. Joel se interesa por la trigueña Dafne.
Esa noche el rancho Cheyenne es atacado de nuevo por incendiarios. Los hermanos Quarry y sus hombres consiguen rechazarlos y recuperar el ganado, pero al volver a la casa encuentran que ha sido atacada e incendiada y que Lea ha sido asesinada por un desconocido. Sin embargo, uno de los atacantes muertos es reconocido por un vaquero por haberle visto en la cantina de Judy Jarrett, la mujer más gorda de Dakota, según dicen.
La situación en Kadoka se vuelve tensa porque toda la población da la culpa a los Saughnessy. Joel acude al saloon de Judy donde es hecho prisionero por los hombres de un tal Crane Randall, que parecen haber sido los autores de las matanzas. Joel va atando cabos y deduce que el jefe de los asesinos no está fuera sino dentro del propio rancho, ya que su plan es eliminar a toda la familia y que el rancho pase a sus manos o a subasta pública. Después de haberse librado de los bandidos con la ayuda de la opulenta Judy, Joel descubre que la población está a punto de linchar a los Quarry en el saloon Missouri. Trevor se ve impotente para impedirlo y aunque Joel es nombrado alguacil por el sheriff Lawton, lo tendrá difícil para salvar a los Saughnessy y descubrir al auténtico jefe de los bandidos.

Entretenido western de Donald Curtis y, como es habitual en él, con un manejo excelente del ritmo narrativo y de la trama mediante una escritura brillante y siempre acertada. Muy recomendable. 

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