domingo, 19 de junio de 2016

La otra orilla. Louis G. Milk


Novela de Louis G. Milk (Luis García Lecha, 1919-2005) publicada en 1969 por Ediciones Toray dentro de su colección Hazañas bélicas con el número 694. Tiene 127 páginas y costaba 9 pesetas. Louis G. Milk era otro pseudónimo utilizado por García Lecha, junto al más popular de Clark Carrados.

La patrulla al mando del teniente Horton y el sargento Paul Genner es enviada en misión secreta tras las líneas alemanas para interceptar un convoy de vehículos. El objetivo de la misión es apoderarse de unos planos de vital importancia para el avance de los aliados en territorio alemán. La misión es un éxito pero los soldados tienen que enfrentarse con la aviación, los tanques y soldados de infantería enemigos. Horton muere durante la retirada, pero antes informa a Genner de que los planos indican donde están situadas las cargas que harán volar el puente de Rathafhausen, vital para que el avance aliado no se vea detenido durante semanas. Esas cargas se hallan ocultas y sólo pueden ser detonadas desde el castillo que domina la población. Desgraciadamente los planos han sido destruidos por la bomba que mató al teniente.
A Genner se le encarga la misión de introducirse en el castillo, hallar el sistema de detonación y destruirlo. Para ello escogerá a sus mejores hombres y contará con la ayuda de Kate Brills, una espía americana que ha vivido en el castillo como institutriz durante tres años bajo el nombre de Ilse Millerman. Los hombres de Genner se enteran de que éste había sido capitán en la campaña del Pacífico y fue degradado al haber permitido que un alemán, Manfred Werrenburg, pudiera huir de la isla que Genner tenía bajo su mando al considerarlo inofensivo. Genner recuperará su grado si triunfa en la misión.
No sin alguna baja, el comando llega hasta el castillo y Genner se lleva una sorpresa al descubrir que el actual dueño es su amigo Werrenburg. Éste está de parte de los aliados ya que no puede consentir que una obra de arte como el puente, mandado construir por su familia en el siglo XVII, sea destruida por el ejército alemán. A pesar de la oposición del coronel de ingenieros Brünwick, Genner logra encontrar y destruir los mecanismos de detonación. Lo que queda del comando huye del castillo, pero descubren que los alemanes están instalando unos potentes cañones para destruir el puente. La única solución es que Genner y sus hombres consigan inutilizar los cañones ante la llegada inminente de los aliados.

Entretenida novela de guerra que no por usar tópicos del género y con un final previsible, deja de funcionar como tal. Milk/Carrados maneja el ritmo narrativo de forma precisa e impecable. La concisión del relato, a pesar de un comienzo algo moroso, añade puntos positivos a esta sencilla narración.

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