viernes, 10 de marzo de 2017

El caso del perro aullador (The Case of the Howling Dog). Erle Stanley Gardner



Novela de Erle Stanley Gardner publicada en 1934. Editorial Molino publicó la novela en 1940 dentro de la colección Biblioteca Oro con el número 110. En 1952 se publicó dentro de Selecciones de Biblioteca Oro con el número 76. Ha sido reeditada numerosas veces. La ilustración de cubierta es de Noiquet (Joan Beltrán Bofill, 1934-2009).

Un hombre muy nervioso llamado Cartwright entra en la oficina de Perry Mason para comentarle sobre el perro de un vecino detenido que aúlla, afirmando que es una señal de que hubo una muerte en el barrio. También quiere hacer un testamento escrito para la vecina. Al día siguiente, Cartwright desaparece, al igual que la vecina.

Al escribir la novela, Gardner todavía estaba en el proceso de establecer la fórmula definitiva de la serie de Perry Mason. El teniente Tragg, el inteligente y simpático detective de homicidios, y Hamilton Burger, el fiscal del distrito, que sería el principal adversario de Mason, todavía no han aparecido. El departamento de policía está representado por el zafio sargento Holcomb, que no reconocería una pista ni aunque le mordiese en el trasero. La oficina del fiscal del distrito está representada por el ayudante del fiscal, Claude Drumm, que de inmediato cae en cada trampa que Mason le pone hábilmente.

Della Street, la secretaria fiel y llena de adoración por su jefe; Paul Drake, el detective de confianza, y el mismo Perry Mason están aún evolucionando hacia los personajes en que se convertirían finalmente. Mason es un poco más desigual en lo que se refiere a los límites impuestos por la ley en su actuación de lo que lo será el afable abogado que todos los lectores conocen. En este nivel del juego está mucho más dispuesto a hacer excepciones, si no a romper la ley, en aras de servir a lo que él cree un bien mayor.

Como ocurre con frecuencia en la serie, el argumento se vuelve muy complejo. Baste decir que habrá un asesinato y que el cliente de Mason será el primer sospechoso. Inevitablemente el caso contra el cliente parecerá ser claro y sencillo a favor de la acusación. Como siempre, a la oficina del fiscal del distrito se le hará la boca agua con la idea de derrotar finalmente a Perry Mason después de sufrir fracasos ignominiosos a sus manos. Y por supuesto, como siempre Perry Mason se sacará un conejo del sombrero para salvar la situación en el mismo final.

Obviamente, el relato está un poco obsoleto y es claramente un producto de su tiempo, pero áun es una lectura divertida y una oportunidad para ver a Perry Mason y a los otros personajes en sus estadios formativos.

2 comentarios:

  1. Tal como le mencionas, se nota que aún no están completamente perfilados los personajes y faltan los adversarios entrañables... y si, no ha envejecido bien, todo aquello del tipo muy "nervioso" no funciona actualmente, pero bueno, pasa como con la obras de Wallace en cierta medida, creo que sólo un poco de romanticismo pulpero puede permitir disfrutar estos títulos. Por cierto, tengo la misma edición de la foto, siempre agradeceré a Molino haber reeditado las suficientes veces como para poder pillar los títulos a través de los años! ¡saludos!

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    1. Gracias, R-chan, por tu seguimiento. Efectivamente, las portadas de Editorial Molino eran de mucha calidad en los años 60. En este caso del gran artista Noiquet.
      Esas eran las ediciones que yo veía en casa cuando era niño. Saludos.

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