miércoles, 1 de junio de 2016

El cetro de Ottokar (Le sceptre d'Ottokar). Hergé


El cetro de Ottokar (Le sceptre d'Ottokar) es el octavo de los álbumes de la serie Las aventuras de Tintín, escritos e ilustrados por el artista belga Hergé. Encargado por el conservador diario belga Le Vingtième Siècle para ser publicado en el suplemento infantil Le Petit Vingtième semanalmente desde agosto de 1938 hasta agosto de 1939. Hergé escribe y dibuja la historia como una crítica satírica de la política expansionista de la Alemania nazi, en particular, la anexión de Austria en marzo de 1938 (el Anschluss). En esta aventura el joven periodista belga Tintín y su perro Milú viajan a la ficticia nación balcánica de Sildavia, donde combaten una conspiración para derrocar la monarquía del rey Muskar XII.

El cetro de Ottokar fue un éxito comercial y se publicó en forma de libro por Casterman poco después de su conclusión. En 1947, Hergé coloreó y volvió a dibujar El cetro de Ottokar en su distintivo estilo con la ayuda de Edgar P. Jacobs para la reedición de Casterman. El cetro de Ottokar introduce por primera vez el personaje de Bianca Castafiore y presenta a los países ficticios de Syldavia y Borduria, ambos de los cuales reaparecen en historias posteriores.

En España Editorial Juventud publicó el álbum en 1958 con traducción de Concepción Zendrera. De hecho fue el primer álbum de Tintín publicado por la editorial.

Después de haber descubierto un maletín perdido en un parque, Tintín acude a devolverlo a su dueño, el profesor Héctor Halambique, experto sigilografista, que informa al reportero de sus planes de viajar a la nación balcánica de Sildavia para investigar más sobre este país. Tintín descubre agentes secretos vigilando al profesor y sigue a los responsables a un restaurante cercano sildavo. Un hombre desconocido acepta reunirse con Tintín, pero se encuentra inconsciente. Poco después, el periodista recibe una nota de amenaza y es entonces el blanco de un atentado contra su vida, pero sobrevive cuando los detectives de policía Hernández y Fernández interceptan la bomba. Ante la sospecha de que estos eventos están relacionados con Sildavia, Tintín decide acompañar el profesor Halambique en su próxima visita al país. En el viaje en avión, Tintín se da cuenta de que Halambique actúa de forma sospechosa y cree que un impostor lo ha reemplazado. La lectura de un folleto sobre la historia sildava hace que Tintín piense que el impostor es parte de un plan para robar el cetro medieval de Ottokar IV en poesesión del actual Rey Muskar XII antes del Día de San Vladimir, lo que obligaría a éste a abdicar.

Tras ser expulsado de su avión en marcha por el piloto y habiéndose salvado milagrosamente, Tintín informa a la policía local sildava de sus temores con respecto a la trama, pero el capitán de la policía es parte de la conspiración y organiza una emboscada. Tintín escapa como compañero de viaje de una cantante de ópera, Bianca Castafiore. Al salir del coche para huir del canto de la Castafiore, Tintín es detenido de nuevo y sobrevive a un nuevo atentado antes de llegar a pie a Klow, la capital de Sildavia. Allí conoce al ayudante de campo del Rey, el Coronel Boris, pero Boris es también un conspirador e intenta acabar con Tintín.

A la mañana siguiente, Tintín advierte personalmente al Rey acerca de la trama; con lo cual Tintín y Muskar se precipitan al castillo de Kropow, donde se mantiene el cetro, para encontrar que el impostor Halambique ha pasado el valioso objeto de contrabando fuera del edificio para sus cómplices. Con la ayuda de Hernández y Fernández, que recientemente han llegado a Sildavia, Tintín persigue a los ladrones y es capaz de evitar que el cetro atraviese la frontera hacia el vecino país de Borduria. Una carta obtenida de uno de los ladrones, revela que la trama ha sido orquestada por Müsstler, un agitador político que pretende anexar Sildavia a Borduria. En Borduria, Tintín se apodera de un avión de combate y vuela a Klow, pero los militares sildavos derriban el avión. Sigue a Klow a pie y (con la ayuda de Milú) devuelve el cetro al rey. En agradecimiento, el rey hace a Tintín Caballero de la Orden del Pelícano de Oro, el primer extranjero en recibir dicho honor. Más tarde, Tintín descubre que el impostor era el hermano gemelo de Halambique, cuando la policía detiene a Müsstler y rescata al verdadero profesor Halambique. Al final Tintín y Hernández y Fernández regresan a casa en hidroavión

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