Relámpago en Z (Eclair en Z). Paul Kenny

Novel·la de Paul Kenny (Gaston Van den Panhuyse, 1913-1995 y Jean Libert, 1913-1981) publicada en 1953 por la editorial Fleuve Noir dentro de su colección Espionnage con el número 29. Hemos leído la reedición publicada en 1968. La ilustración de cubierta es de Michel Gourdon.

Francis Coplan, el agente FX-18 del SDECE (el servicio secreto francés), se ve envuelto en una peligrosa misión cuando debe ocupar el lugar del ingeniero francés Paul Delcroix. Éste ha sido reclutado por la KGB para pasar información sobre los ensayos atómicos realizados por el gobierno inglés en Australia. El SDECE arresta a Delcroix para que Coplan ocupe su lugar. La misión de Coplan consistirá en pasar información correcta al gobierno francés y falsa a los agentes de la KGB en Australia. Al ser Coplan a su vez ingeniero no tiene dificultades para desempeñar su papel.
Llegado a Adelaide en el sur de Australia, Coplan empieza a trabajar en la empresa Gawler Steel, que es la encargada de fabricar la bomba que debe hacerse estallar en las islas Montebello situadas en el noroeste del continente. Al principio, a Coplan no se le permite trabajar en el laboratorio secreto S-12. Uno de los ingenieros que trabajan en éste, Marcus Falls, pasa información en forma de microfilms a una agente de la CIA americana, Ann Lexter, cuyo jefe es el siniestro Willy Klug, al que se describe como si fuese un gángster así como a sus agentes. Antes de que Ann pueda entregar el microfilm a Klug, el inspector Vane de la Special Branch de Scotland Yard logra arrebatárselo.
Coplan contacta con el agente soviético Jefferson Ries, que será su corresponsal en Adelaide y al que deberá pasar toda información. Marcus Falls es asesinado súbitamente y su puesto en el laboratorio S-12 es ocupado por Coplan.
La explosión nuclear de prueba realizada en las islas Montebello es un éxito. Coplan prepara dos microfilms conteniendo toda la información sobre la bomba: uno falso para la KGB y otro verdadero para el SDECE. El microfilm auténtico se lo entrega a Ginette Michel,  la bibliotecaria del centro cultural francés, también agente del SDECE, para que lo envíe a Francia.
Los acontecimientos se precipitan cuando Ginette es secuestrada por los siniestros hombres de Klug apoderándose éstos del microfilm. Por otra parte, Jefferson Ries aparece asesinado en el mismo lugar que Falls. La situación se complica para Coplan que deberá recuperar el microfilm ahora en manos de los hombres de la CIA y rescatar a Ginette mientras es vigilado por el MI 5. El jefe secreto de la KGB en Australia hará todo lo posible para que Coplan no logre sus objetivos y además un asesino de espías anda suelto.

Aceptable novela de espionaje a la que cuesta arrancar en su primera parte y que aumenta de interés en su segunda cuando adopta un tono casi de novela negra. La acción de las novelas de Coplan en esta primera etapa de su existencia carece de la espectacularidad de las de James Bond, contemporáneo suyo, magnificadas por el cine y adopta un tono a veces sórdido o cínico aunque no tanto como las de Jean Bruce, por ejemplo.