miércoles, 14 de octubre de 2015
El tesoro de Martin Hews (The Treasure House of Martin Hews). E. Phillips Oppenheim
Novela de E. Phillips Oppenheim (1866-1946) publicada en 1929. Fue publicada en España por Editorial Molino en su colección Biblioteca Oro en 1940 con el número 83. La traducción es de Zoe Godoy. Fue reeditada en la colección Selecciones de Biblioteca Oro en 1953.
El mayor Henry Owston, militar en excedencia y económicamente en horas bajas, es contratado por el multimillonario Martin Hews como secretario y hombre de confianza, en el fondo como guardaespaldas. Hews vive en una extraña mansión en medio de páramos desolados y zonas pantanosas al borde del Támesis con un fondo de cielos contaminados por las fábricas. Su casa es una auténtica fortaleza que basa toda su seguridad en el uso de la electricidad. La casa está llena de pasadizos secretos y puertas secretas que la convierten en un auténtico laberinto. El millonario mantiene permanentemente allí un auténtico pequeño ejército privado que lo protege a él y a su valiosa colección de arte. De hecho, la preocupación máxima de Hews es que alguien pueda robarle su colección única en el mundo y que tiene un valor incalculable.
Para reunir su gran colección, Hews no sólo ha recurrido a su fortuna sino también a medios más expeditivos como pedir la colaboración de conocidos hampones de Londres para robar obras de arte a museos y propietarios privados. La policía hasta ahora no ha podido demostrar nada porque Hews también tiene en nómina a abogados y procuradores que le solucionan cualquier problema de este tipo. Pero ni todo el dinero del mundo ha podido solucionar su mayor problema: un defecto congénito en las piernas le impide caminar. Es prácticamente un inválido y se sirve de un cochecito eléctrico de su invención para desplazarse.
Martin Hews se ha servido hasta ahora de dos bandas de hampones para sus asuntos: la de Jim Donkin y la del misterioso Joseph. Las dos bandas se han enfrentado en una batalla campal porque ambos jefes se habían enamorado de la misma mujer: la atractiva Raquel. Jim Donkin ha perdido la lucha y protegido por Hews huye al extranjero, algo en lo que colabora Henry Owston. Raquel queda bajo la protección del millonario en su propia casa, aunque ella parece seguir enamorada de Joseph.
Nadie sabe quién es Joseph, ni tan sólo sus propios colaboradores. Se dice de él que es alguien perteneciente a la alta sociedad, tal vez un millonario, y además es un maestro del disfraz como puede comprobar el mismo Henry Owston más de una vez. Joseph mantiene un estado de terror sobre toda su banda. Nadie se atreve a descubrirlo ni a dar pistas sobre él porque su venganza es terrible. Por otra parte, entre Martin Hews y Joseph hay establecida una auténtica guerra de poder que sólo acabará con la destrucción de uno de los dos adversarios, aunque las razones de tal odio sólo las conocen ellos mismos. El objetivo de Joseph es, sin duda, apoderarse de la colección de arte de su enemigo para derrotarle.
En la casa de Hews vive también la sobrina de éste, la huraña Beatriz Essiter, que al relacionarse poco a poco con Owston irá perdiendo parte de su hieratismo inicial. Al final ambos acabarán enamorándose. Por otra parte, Raquel tampoco dejará de intentar seducir al mayor Owston para intentar escapar de la casa.
Owston junto con los empleados de Hews tendrá que repeler varios ataques a la casa por parte de Joseph, ya que la policía se ve impotente para luchar contra el desconocido bandido. La idea de Hews es que Owston se sirva de Raquel para descubrir el paradero de Joseph. Owston se niega a tales planes por cuestiones de caballerosidad. Entonces Owston es enviado por Hews a Londres donde establece su cuartel general en un apartamento pagado por el millonario. Junto con Beatriz, ambos intentarán averiguar en el ambiente de la alta sociedad quién es Joseph. Por otra parte, el mayor Owston establece una alianza con el inspector Bloor de Scotland Yard para trabajar juntos contra Joseph. Su objetivo parece ser un enigmático Mr. X que se relaciona con la aristocracia. Pero una noche Beatriz es raptada por los hombres de Joseph en un club nocturno y Owston es drogado de manera que aparezca como un borracho y acabe en los calabozos de la policía.
Al saber que Donkin ha sido asesinado, Hews deja ir a Raquel como señuelo para descubrir a Joseph, pero ésta es tratada de forma cruel por parte de éste. A partir de este momento las cosas van a precipitarse hasta llegar a un explosivo desenlace y el enfrentamiento final entre Joseph y Hews, mientras que Owston intentará localizar como sea a Beatriz.
Efectiva novela de intriga llena de vericuetos y giros inesperados. Su construcción es tan laberíntica como la propia casa del millonario que da título a la novela. A pesar de su extensión, se lee con agrado y hace que la atención del lector no baje en ningún momento. Contiena además algunos momentos realmente increíbles como la batalla entre los hampones de la banda de Joseph y los clientes de un hotel que es asaltado en una acción casi militar. Como dijimos, es una lectura entretenida a pesar de sus insólitas premisas y a la que hay que saber situar en su época. Oppenheim, un autor algo olvidado, está a la altura de un contemporáneo suyo, Edgar Wallace, que quizá ha gozado de más popularidad entre el público.
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