Los chantajistas no matan (Blackmailers Don't Shoot). Raymond Chandler

Los chantajistas no matan (Blackmailers Don't Shoot) es un relato de Raymond Chandler (1888-1959) publicado en la revista Black Mask de diciembre de 1933.

Rhonda Farr, una actriz de Hollywood, rechaza un intento de chantaje hecho por Mallory, un detective privado, referente a unas cartas de amor que ella escribió a un hombre llamado Landrey, que ahora es un gángster. Después, Mallory es detenido por dos sicarios (en realidad, dos policías corruptos) que le hacen saber que Rhonda ha sido secuestrada. Uno de los policías, Macdonald, no se siente a gusto con las noticias. Llevan a Mallory a su escondite y Macdonald enojado se enfrenta a los otros miembros de la banda por el asunto del secuestro no planeado. Se alía con Mallory y logran dominar a los otros.

Mallory explica que fue contratado por Landrey para encontrar las cartas. Él, Macdonald y Landrey siguen varias pistas y rescatan a Rhonda, aunque Macdonald, Landrey y varios secuestradores mueren durante la acción. Mallory entrega las cartas, que encontró en el abrigo de Landrey, a Rhonda, que pretende que estaba al tanto de todo el asunto.

Mallory va a ver a Mardonne, el gángster socio de Landrey, y le pide el dinero que se le debe por su trabajo. Le explica que Landrey le estaba utilizando para fingir un chantaje a Rhonda como parte de un plan de secuestro para asustarla y que volviera con él. Mardonne se muestra inseguro sobre qué hacer con todo esto y Mallory sospecha que espera continuar el chantaje. Éste ya es inútil porque Rhonda ya tiene las cartas y puede conseguir la ayuda de su estudio. Mardonne acaba muerto por error y Mallory es herido.

En la comisaría de policía, el capitán cuenta a Mallory cuál será la historia oficial de cada asesinato: homicidios separados, comunes y corrientes. Mallory sonríe y piensa en la situación de Rhonda. Luego vuelve a su casa en Chicago.