martes, 11 de febrero de 2014
Arrepentimiento. Carlos de Santander
Novela de Carlos de Santander (Juan Lozano Rico) publicada en enero de 1964 dentro de la colección Legiones blancas de Editorial Bruguera. Llevaba el número 5 de la colección. Tiene 128 páginas y costaba 8 pesetas. La cubierta es de Antonio Bernal.
Tyron Golber, un médico millonario y playboy, no tiene otra ocupación más que dedicarse a conquistar mujeres. La última en que se ha fijado, Norma, es una empleada de biblioteca con un singular atractivo. Tyron se dedica a perseguirla de una manera que podría calificarse como de acoso sexual, hasta que una enloquecida persecución en automóvil acaba con un accidente que le cuesta a Norma el perder la visión.
Pasan cinco años durante los cuales el remordimiento y la culpa hacen presa de Tyron, mientras que Norma no deja de odiarles por lo que le ha hecho.
Tyron dedica esos años a especializarse en oftalmología y cirugía del cerebro para intentar la difícil operación que puede devolver la vista a Norma o dejarla paralítica para siempre. Tyron adopta la personalidad de Dan Smith, también médico, para acercase a Norma. El cambio que se ha producido en él, tanto de actitud como personalidad, hace que Norma se enamore de él. Tyron le propone matrimonio pero Norma se niega por miedo a que con los años la llegue a aborrecer por ser ciega. Norma descubre por una amiga la identidad real de Dan, pero ya no le importa que sea en realidad Tyron. Comprende que ya no es el mismo hombre y además un médico de fama mundial dedicado en cuerpo y alma a su profesión. Al final, Norma accede a casarse con Tyron no sin antes hacerle jurar que la va a operar y superar todos sus miedos.
Lo que más nos sorprendió al leer esta novela fue que Santander toma la idea argumental base de una antigua novela de Lloyd C. Douglas titulada Magnificent Obsession (1929). Esta novela, donde un playboy hacer perder la visión a una viuda por un estúpido accidente automovilístico y luego se convierte en un cirujano eminente para curarla, tuvo dos adaptaciones al cine. La primera en 1935 dirigida por John M. Stahl con Irene Dunne y Robert Taylor y la segunda en 1954 dirigida por Douglas Sirk con Jane Wyman y Rock Hudson. Posiblemente Santander se inspiró en esta segunda, ya que todo el trasfondo religioso de la novela de Douglas ha desaparecido por completo. Santander sólo toma la idea base (la relación entre un médico arrepentido y su paciente de la que está enamorado) y la desarrolla con su estilo y sus propios personajes. Las novelas de Santander están llenas de insinuaciones y un erotismo reprimido, incluso con un cierto fetichismo (es muy curiosa la escena en que Norma se pone un liguero sin saber que Tyron la está mirando y su insistencia en que el joven compruebe que las rayas de la media estén bien rectas). Por otra parte, las mujeres y los hombres de Santander son físicamente perfectos y la atracción se produce entre ellos de manera natural. La pasión amorosa se traduce en caricias, roces, besos y poca cosa más. Santander insiste continúamente en el tono bajo, casi de susurro o de jadeo, de las conversaciones de los enamorados. La pasión frustrada no hace más que enardecer todavía más la atmósfera de estas novelas.
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