Novela de Marcial Lafuente Estefanía (1903-1984) publicada en 1955 por Editorial Cíes en la colección Rodeo con el número 398. En 1962 fue reeditada por Editorial Bruguera en la colección Héroes del Oeste con el número 182.
La historia se desarrolla en la ladera occidental de las montañas Bitterroots, una comarca caracterizada por inmensos bosques y una riqueza basada en ranchos ganaderos de reses ovinas y bovinas, y especialmente en minas de oro y cobre. Esta riqueza condujo a la construcción de ferrocarriles secundarios y al crecimiento de Missoula, una ciudad con silos, corralones para el ganado, sucursales bancarias y muchos salones para la diversión. En este ambiente, la ley del más fuerte prevalecía, y la legislación de mayor respeto figuraba en los cilindros de los Colts y las recámaras de los rifles. La tranquilidad de Missoula se interrumpió por el asalto a un tren, cerca de la ciudad, donde murieron cinco personas y se robaron más de diez mil dólares. Aunque el sheriff y el juez sospechaban que los nueve asaltantes eran vaqueros locales, la falta de pistas concretas y la ambición desconfiada hacían que la legislación impuesta fuera la de las armas.
En medio del revuelo, Ethel Glover, hija del director del banco de Missoula, viajó en diligencia y conoció a Sam Everest, un vaquero, y a Maurice Leyland. Sam se vio obligado a proteger a Ethel de Maurice y de un dueño de posta (Goodrich) que la amenazaba, resultando en la muerte de este último. Maurice, un cobarde y ventajista, denunció falsamente a Sam, obligándolo a escapar antes de ser detenido, mientras Sam continuaba su viaje a Missoula. Sam, quien posteriormente fue nombrado sheriff, descubrió que el padre de Ethel, Raymond Glover, era el cerebro detrás de los atracos, conspirando con ganaderos como Lewis Bull y John Hutton, e incluso intentando que Sam fuera asesinado. Tras desbaratar un nuevo intento de atraco al tren en la "curva de los zorros" y recuperar el botín, Sam descubrió que su propio padre había sido una de las víctimas desconocidas del primer atraco. Raymond Glover murió en Butte en un tiroteo con sus cómplices fugitivos, Bull y un empleado del banco. Sam se aseguró de que el dinero recuperado se destinara a obras de caridad a través del pastor, y él y Ethel, ya sabiendo la verdad, planearon casarse.
Acción ininterrumpida, reacciones imprevisibles de los personajes, violencia grotesca, sintaxis discutible, etc. Lo típico en las novelas de don Marcial, cuya lectura puede llegar a convertirse en un auténtico placer culpable.

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