jueves, 4 de julio de 2013

Llegó un forajido. Keith Luger


Novela de Keith Luger (Miguel Oliveros Tovar) publicada por Editorial Bruguera en su colección Búfalo extra con el número 208 y en la colección Héroes de la pradera con el número 66. Hemos leído la reedición de Ediciones B en su colección Ases del Oeste publicada en marzo de 1996. Lleva el número 306, la cubierta es de Jorge Núñez y el precio 125 ptas.

Bill Mae, un célebre forajido arrepentido y que además pasó un período de cárcel de tres años, llega a la ciudad tejana de Lester City. Su objetivo es hacerse cargo de un rancho que le ha legado un tío suyo en herencia. Desde su primera entrevista con el juez de la ciudad queda claro que las cosas no serán fáciles para él. Aparte de su fama, se encontrará en la misma situación que el resto de ganaderos de la región. Todos ellos sufren la dura competencia de los ganaderos de la región del río Gila, que además están favorecidos por tener línea de ferrocarril, cosa de la que carece Lester City. Durante esta entrevista Bill es víctima de un atentado del que consigue salir ileso.
Al llegar al rancho, Bill se encuentra con la hostilidad de los vaqueros y del capataz Oscar Martyn. Hace meses que no cobran y su intención es marcharse cuanto antes. Bill se compromete a conseguir el dinero en tres días. El capataz Martyn le ofrece entonces comprarle el rancho, pero Bill se niega.
Para conseguir el dinero Bill se dirige a los acreedores de su tío. La primera acreedora es Fanny Woolf, la propietaria del rancho ABC, que además es vecina del rancho de Bill. Miss Woolf se niega a pagar amparándose en la idea de que Bill es todavía un forajido. Al salir de la casa, Bill es atrapado con lazos por los vaqueros y arrastrado por los cactus para luego recibir una tremenda paliza a manos de Al McLaren, el capataz del ABC.
Bill es abandonado inconsciente al borde del camino y es recogido por Luke Jones, un ranchero que también debía dinero al tío de Bill. Éste simpatiza con el anciano y decide no reclamarle el dinero. A continuación, Bill se dirige de nuevo a Lester City para reclamar el resto de deudas. Consigue cobrar sin demasiadas dificultades de Hutchinson, el dueño del saloon de juego, pero tiene que desarmar a Freeman, un comerciante sin escrúpulos y que además es contrabandista. La refriega entre los dos hombres es detenida por Wanda Mills, la maestra de la población, que se siente atraída por Bill. Pero Wanda es la novia de Oscar, el capataz de Bill.
De vuelta a su rancho, Bill es detenido por el sheriff esa misma noche y acusado de asesinar a Luke Jones. Encerrado en la cárcel, tanto el juez como el sheriff reconocen que existe el peligro muy claro de que Bill sea linchado. El sheriff Lewt está medio convencido de que Bill es inocente. Antes de que se produzca el linchamiento, Wanda penetra en la cárcel y libera a Bill a punta de pistola. Ambos huyen a caballo, no antes de que Bill prometa al sheriff de que traerá las pruebas de su inocencia.
Bill se dirige al rancho de Fanny Woolf donde sorprende una conversación entre ésta y el capataz McLaren de la que deduce que fue éste el que asesinó a Jones. Bill lucha con McLaren y tras dejarle inconsciente se lo lleva en su caballo hasta el rancho de Luke Jones. Allí Bill encuentra a Ernest Remy, el vaquero que declaró verle asesinar a McLaren, pero Remy confiesa que todo fue un engaño urdido por McLaren, que se demuestra que es un agente que actúa a favor de los ganaderos del Gila.
Bill lleva a los dos hombres al sheriff y su inocencia queda demostrada. Sus planes son ahora dirigirse a la capital de Texas, Austin, para entrevistarse con Sam Fletcher, el presidente del ferrocarril, al que Bill salvó la vida años atrás. Su intención es hacer llegar el ferrocarril a Lester City, pero ello no será sin encontrarse con nuevos enemigos en la capital e inesperadas ayudas.

Impecable relato de Keith Luger, un western de trepidante argumento que, como siempre en el autor, tiene escenas y diálogos que lo acercan a la novela negra. La influencia del western cinematográfico de los años 50 es evidente, en concreto El hombre de Laramie (1955), uno de los mejores films de Anthony Mann. Si la podéis encontrar, no dudéis en leerla.


 Austin es una ciudad y capital estatal, ubicada en los condados de Travis, Williamson y Hays, en el estado estadounidense de Texas. En el Censo de 2010 tenía una población de 790.390 habitantes y una densidad poblacional de 1.000,36 personas por km².

Además de sus funciones como sede del gobierno del estado, Austin es un centro comercial, fabril, educativo y de convenciones.

En 1730 misioneros franciscanos establecieron tres misiones temporales en la zona, para entonces ocupada por población autóctona de los grupos comanche, tonkawa y lipán. En 1838, se asentó en este lugar una comunidad permanente a la que se dio el nombre de Waterloo. Al año siguiente esta comunidad se incorporó a la República de Texas, siendo designada su capital y rebautizada en honor de Stephen F. Austin, considerado como 'el padre de Texas'. La mayor parte de los texanos ansiaban separarse del territorio mexicano y aspiraban a la unión con los Estados Unidos por razones comerciales. En 1842, en tiempos de Antonio López de Santa Anna, se produjo un incidente que obligó a trasladar la capital a Houston, pero los ciudadanos de Austin forzaron el regreso de la capitalidad en 1844 cuando la anexión de Texas era ya todo un hecho.

Texas entró en la Unión (es decir los Estados Unidos) en 1845 y Austin se convirtió en la capital del estado en 1850. Tras la Guerra de Secesión, el desarrollo económico de Austin se vio impulsado con la llegada del ferrocarril en 1871. Durante el siglo XX, Austin se benefició de la utilización de la energía hidroeléctrica y para regadío del río Colorado.

A partir de los años 1920 y 1930, Austin lanzó una serie de proyectos de desarrollo cívico y embellecimiento que creó gran parte de la infraestructura de la ciudad y los parques. Además, la legislatura estatal creó el Lower Colorado River Authority que, junto con la ciudad de Austin, creó el sistema de presas a lo largo del río Colorado que se formaron los lagos de las Tierras Altas. Estos proyectos fueron habilitadas en gran parte por el hecho de que Austin recibió más fondos de ayuda durante la era de la depresión que cualquier otra ciudad de Tejas.

Muchas empresas dedicadas a la producción de artículos de alta tecnología se establecieron en su área metropolitana en la década de 1970.

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