Novela de Arnaldo Visconti (Pedro Víctor Debrigode Dugi, 1914-1982) publica por Editorial Bruguera en 1947 dento de la serie El Pirata Negro con el número 39. Tiene 56 páginas y costaba 3 pesetas. La ilustración de la cubierta es de Jaume Provensal.
Carlos Lezama, el Pirata Negro, y su amigo Diego Lucientes se encuentran en París cuando este último es acusado de la muerte del barón de Rochefort. El barón ha muerto desangrado y en su cuello se encuentran dos señales de mordedura. Ello no hace más que alimentar las habladurías sobre la existencia de un vampiro en París, que se alimenta de la sangre de hombres jóvenes y vigorosos. La acusación contra los dos amigos está dirigida por el misterioso duque de Retors. Lo que no saben ellos es que el duque es en realidad una mujer, Gisèle de Retors, que padece de tuberculosis y que cree que la sangre de hombres jóvenes la ayudará a curar su enfermedad. Otra mujer, Raquel Youpin, que tiene la misma dolencia, la ayuda en sus designios.
Una aventura del Pirata Negro situada muy lejos del Caribe del siglo XVI, que une la acción trepidante a una atmósfera casi de relato de terror. La fuente de inspiración de Debrigode pudo ser una novela de Paul Féval (1816-1887) titulada La vampira, publicada en 1856. Por otra parte, el relato que nos ocupa tiene una fuerte carga misógina sobre todo en la caracterización y las motivaciones de los personajes femeninos.
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